viernes, 23 de octubre de 2009

Inglorious Basterds


Un guión de esos que pocas veces en la actualidad se ven. Ya pedíamos a gritos una nueva aportación cinematográfica de este tonelaje. Una pieza de arte inexorable. Por supuesto, salida de la genialidad de Quentin Tarantino, Inglorious Basterds, su nuevo film estrenado en el Festival Internacional de Cine de Morelia.

Se nos coloca en la Francia ocupada por los Nazis, en 1941. Inicia en una dura escena en una granja donde la visita del Coronel Hans Landa (Cristopher Walz), en busca de judíos ocultos, se transforma en el asesinato de una familia escondida, donde logra sobrevivir y escapa la pequeña Shosanna Dreyfus (Melanie Laurent), de esta forma descubrimos a dos personajes que se volverán consolidados en toda la película.

El desarrollo posterior a ese ataque en la granja, 4 años después, en 1945, la parte final de la segunda guerra mundial, da entrada a Los bastardos. Un grupo especial de soldados. El teniente Archie Hicox (Michael Fassbender); Donny Donowitz (Eli Roth); Hugo Stiglitz (Til Schweiger ) y el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) al mando, con la única intención de causar terror y dolor a los nazis. Sanguinarios, justicieros a lo western, renegados, suicidas. Mostrando una respuesta reciproca a los alemanes, violencia genera violencia. Recorren Francia, dejando una marca firme de su paso, muchos nazis muertos, otros marcados con la svástica característica en la frente (una clara referencia a la marca que se les hacía a los judíos en la frente con la estrella de David).

Ciertamente la idea central del guión, es la venganza. Una doble conspiración que se vuelve una sola. Shosanna por su parte en el estreno de la película “el orgullo de la nación” y La operación Kino, donde la actriz alemana, Bridget Von Hammersmack (Diane Kruger), resulta pieza clave para la inserción de Los Bastardos al plan para eliminar a Adolf Hitler, en una versión caricaturizada y sobremanera graciosa del personaje, mal humorado, escandaloso, cómico y grotesco, todo en uno.

Nunca es recomendable comparar cintas de Tarantino, no puede decirse cual de ellas es mejor que la otra, simplemente ha de tomarse el tiempo, en este caso, aproximadamente 150 minutos, para sencillamente, disfrutar de cada uno de los detalles, de un maravilloso soundtrack, actuaciones memorables, un villano original, antihéroes de todas las tallas, tomas que ya son un sello del señor Quentin y de un sin numero de gags que serán del agrado de muchos. Se sobre-entiende que no es una película fiel a la historia mundial, es un relato de ficción.

V.

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