Que te recite un poema.
Mereces una oda entera,
entretejida;
Por tus dedos en puntas de fuego
y carmín;
Por el anunció del ocaso
en lo onírico;
Por el amor para nada ciego;
Para tu nombre en jazmín;
Para el alba bajo el rocío.
Expresa la brisa
lo que la tormenta
guarda.
Sopla en tu oído, te avisa
que llegas, tú, mi
calma.
Prístina canta con letra azulada,
la luna.
Recita que llegas, tú, a mi alma.
Marcas tus pies en mi sábana,
me abrazas desnuda.
Cubierta de estrellas eres constelación.
Me envuelves,
enmudezco.
Se abre luz en tu pecho.
En besos me disuelves.
Te cubro,
no te vayas, mi
razón.
Víctor P. .
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