Nine Inch Nails: Hesitation Marks.

(Artículo de 2013)

Es cierto que se extraña la furia, el rencor y la autodestrucción del Trent Reznor de Pretty Hate Machine y The Downward Spiral, sin embargo, lo que debe caracterizar a los humanos es la evolución, en un sentido general. Cierto también es que ya no soy el mismo mozalbete que creció a la par de la música de Nine Inch Nails. En este 2013 nos presentan Hesitation Marks (Halo 28). Reznor es ahora un tipo más enfocado, dedicado a su familia y alejado de los vicios y problemas que otrora marcaran su existencia (que bien pudiera de ahí desprenderse el título del nuevo trabajo, traducido como “Las marcas de la duda”). Con este LP nos enfrentamos a una mezcla de piezas que van desde lo industrial, que es su sello desde el nacimiento de la banda en los 80s, haciendo guiños a lo electrónico y pasando hasta por el post-punk. Los loops que le identifican continúan muy presentes, ahora incluso con algunos acercamientos al uso de vocoders.

De la voz de Trent Reznor: “He sido menos que honesto acerca de lo que realmente he estado haciendo últimamente. Durante el último año he estado trabajando en secreto sin parar con Atticus Ross y Alan Moulder en un nuevo larga duración de Nine Inch Nails, que estoy feliz de decir que está terminado y es francamente genial. Este es el verdadero impulso y la motivación detrás de la decisión de montar una nueva banda y gira otra vez.”

Y es que después de The Slip y Ghosts I–IV, Reznor anunciaba la disolución de Nine Inch Nails, lo que de verdad desilusionó a muchos. Trent, con la ayuda de su inseparable amigo Atticus Ross, compusieron el score de The Social Network, película dirigida por David Fincher en 2010. Lo que pudo ser una señal de que continuaría haciendo trabajos sin usar el nombre de NIN. Además, en el mismo año gestó el fantástico proyecto How To Destroy Angels, integrado por su esposa Mariqueen Maandig, Atticus Ross (pero por supuesto) y Rob Sheridan.
Por suerte la banda no se disolvió y llegó Hesitation Marks: un álbum denso, catártico y hasta experimental; una mar industrial que nos desplaza a puntos alternos, una suerte de espacios nuevos de observación con piezas como Copy of a, que funge como segundo sencillo del LP, de carácter estilizado y directo; un híbrido del dance de la vieja usanza y la música industrial evolucionada. Lo mismo ocurre con Dissapointed, que inicia como una introspección y termina siendo una amplia mención de la propia conformidad humana, perfecto se acopla con la actitud que tienen muchas personas con lo que ellos mismo se provocan: “¿Puedo preguntarte algo?/¿Qué esperabas? Tanta decepción con lo que tienes/ siempre lo habías querido/ Sólo aléjate/con la decepción/desaparece”. El recurso del vocoder aparece en el track Various Methods of Escape, pero que se sigue manteniendo el recorrido en ese hábitat oscuro. Came Back Haunted y mi favorita personal del disco, Al time Low, remiten raudamente a los tiempos de The Slip, con la espesura de las capas de loops como base de los instrumentos abrazado a una lírica un poco demasiado existencial: “…esta paranoia se convirtió en miedo/también te está susurrando al oído/Disimulas pero yo sé que lo escuchas/así es como carajos terminamos aquí…”. La canción que más brinca de esta nueva colección es Everything, que seguro va a causar escozor en los puristas trasnochados de la música por mostrarnos un rock-post-punk, bastante sencillo si se lo estructura bajo el contexto de la banda, y que parece ser un escape y una trascendencia:“Soy un todo/creo/soy libre/puedo ver/ finalmente/creo/soy un todo/soy libre”.

La actual banda es completada por Alessandro Cortini, Ilan Rubin, y Joshua Eustis, las colaboraciones de Lindsey Buckingham de Fleetwood Mac, Adrian Belew de King Crimson, Todd Rundgren y el bajista Pino Palladino (The Who, Richard Ashcroft, David Gilmour, Tears for Fears, Simon and Garfunkel ), ahí nada más para el grupo, aunque Belew se alejó del proyecto. Todo producido por Reznor, Atticus Ross y Alan Moulder.

A manera de epílogo, Hesitation Marks es otra adictiva, quimérica y portentosa obra maestra que se suma a la historia de Nine Inch Nails y de Trent Reznor, uno de los grandes genios de la música de nuestros tiempos.

Víctor P.